Si bien se desconocen las causas últimas
y los mecanismos biológicos exactos de los trastornos del
espectro bipolar, el tratamiento médico ha demostrado su
efectividad en un gran número de estudios científicos
controlados.
Dada la elevada heredabilidad de las variantes de enfermedad
bipolar, que de por si implica una mayor influencia de los factores
biológicos en el curso y evolución de la misma,
no es sorprendente que los fármacos que han mostrado
eficacia son aquellos que actúan sobre áreas y
circuitos cerebrales cuya alteración se ha visto que
se correlaciona con los síntomas propios de la bipolaridad.
Estos son algunos de los fármacos más usados para
estabilizar el ánimo y prevenir la recurrencia de episodios,
tanto depresivos como maníacos o hipomaníacos:
Carbonato de Litio, Ácido Valproico, Lamotrigina, Carbamazepina,
Quetiapina y Clozapina.
La elección del fármaco dependerá de varios
factores, entre ellos la historia médica y respuesta
previa a los medicamentos, como también las características
particulares de la variante de bipolaridad presente.
Aquí es donde necesitas saber todo lo que puedas acerca
de los síntomas y manifestaciones de la enfermedad bipolar,
ya que si bien tu médico puede ser un experto en la fenomenología
clínica del trastorno y su tratamiento, tú eres
el único experto en ti mismo. Sólo tú tienes
acceso a tu propia experiencia subjetiva de los vaivenes emocionales
y anímicos que te arrojan contra las cuerdas en tu vida
diaria; sólo tú puedes escuchar tus propios pensamientos
cuando corren desbocados por caminos inciertos y oscuros; sólo
tú puedes sentir lo que sientes cuando la adversidad
te golpea una y otra vez; sólo tú puedes describir
con acierto los matices sutiles de los cambios abruptos en tu
energía, tu confianza en ti mismo y tu ánimo.
Por eso es que es tan importante que aprendas todo acerca de
la bipolaridad y sus manifestaciones, porque sólo conociendo
de antemano los síntomas e indicadores de los cambios
anímicos, podrás prevenir episodios depresivos
o hipomaníacos antes de que te veas sumido en uno de
ellos. Así mismo, mientras más sepas acerca de
tu manera de reaccionar frente a situaciones estresantes y problemas
interpersonales, por ejemplo, contarás con información
muy valiosa para colaborar con tu médico tratante, en
la búsqueda de la mejor alternativa de tratamiento para
ti.