¿Recién recibiste tu
diagnóstico?
Lo primero que debes saber es que no estás solo. Los trastornos
del ánimo afectan a millones de personas en el mundo. Lo
segundo es que existen tratamientos muy eficaces. Tercero, tú
no estás loco, ni eres débil, ni tienes un defecto
de carácter. Una de las mejores cosas que puedes hacer
para ayudarte a ti mismo y contribuir a tu recuperación,
es aprender todo lo que puedas acerca de tu enfermedad.
Los trastornos del ánimo, que incluyen a la depresión
mayor, la distimia y la enfermedad bipolar, entre otros, son
enfermedades biológicas, que afectan al cerebro. La causa
exacta no se ha descubierto aún, pero se sabe que el
desajuste de ciertos mensajeros químicos llamados neurotransmisores,
juega un papel en el desarrollo de los trastornos del ánimo.
Se sabe también que la genética es un factor importante
en la aparición de estas patologías, de manera
que suelen estar presentes en varios miembros de la familia.
No es tu culpa tener una enfermedad del ánimo y no tienes
porque avergonzarte de ello. Tampoco significa que no puedas
llevar una vida normal. Tener una enfermedad del ánimo
es como tener asma o diabetes. A nadie se le ocurriría
decirle a una persona con diabetes que piense positivo acerca
de una subida de azúcar en su sangre, como tampoco nadie
lo pensaría dos veces antes de buscar el tratamiento
adecuado para estas patologías.
Si necesitas una evaluación de diagnóstico, o
bien ya has recibido un tratamiento que no ha sido efectivo,
o has tenido efectos secundarios intolerables, llámanos
al 2226474 y solicita una hora. También nos puedes escribir
a jssanguesa@uc.cl.